En noviembre de 1950 la imagen de la Virgen de Fátima visitó Fuentes de Andalucía. Inmersa en un clima de fervor popular, esta visita duró dos días y fue recorriendo gran parte de las calles de Fuentes. La fisonomía urbana Fontaniega cambió totalmente: por dos días, el habitual Fuentes gris de la posguerra fue remplazado por otro pueblo más alegre, optimista, participativo y de vivos colores. La imagen nos llego desde el pueblo de La Luisiana y los fontaniegos la llevamos al pueblo de Lantejuela.
En la foto podemos ver la calle Carrera engalanada para la ocasión. En el lado derecho se puede ver un edificio con banderas que me han dicho que es "la Jefatura del Movimiento", que era el único partido político permitido en España y en cada pueblo existía una jefatura. En Fuentes estuvo ubicada en la calle Carrera, frente al entonces Banesto o Banco español de Crédito. El jefe de ese partido en Fuentes, durante mucho tiempo, fue don José Nogueras Rosado, responsable de la OJE en Ecija y comarca y profesor en el Instituto Laboral de Educación Física y una asignatura llamada FORMACIÓN DEL ESPÍRITU NACIONAL. ¡¡Casi na!! Allí se reunían los jóvenes a los que se intentaba imbuir las ideas de dicho partido por medio de juegos y actividades recreativas. FECHA DE LA FOTO: NOVIEMBRE 1950
¿Cuántas vueltas dará el viento buscando "el Paseíto de la Plancha"? Es el sitio donde mas aire hace de Fuentes. ¿Cuántas dudas encerradas para quedarse quieto y acurrucarse en esas esquinas y mirar, y esperar que pase el tiempo? Nubes que se columbran y pasan y cruzan y buscan otros cielos y el viento que en la esquina espera y espera. No hay nadie en el paseíto. Todo es silencio. Aguarda; no ha llegado, todavía, su tiempo. Pasó una muchacha morena y un hombre de paso incierto, y un muchacho montado en un mulo y una mujer mayor, y unos niños que iban ¿adónde iban esos niños a esas horas por el paseíto "La Plancha"? Los niños siempre andan por todos los sitios. PASEITO "LA PLANCHA" DE FUENTES DE ANDALUCÍA, AÑO DE LA FOTO 1945.
Te vi, Señor, el Jueves Santo anocheciendo, cómo andabas por las calles de Fuentes. Las calles eran un gentío, un bullicio. Ruido de músicos aporreando tambores, trompetas que hacían solos. Nazarenos encapuchados bajo túnicas de color verde. Pero, arriba, estabas Tú.
Te vi clavado en una cruz. De tu costado chorreaba sangre. Era la sangre redentora y la sangre que acumula la historia de tu Cofradía. Dicen "los papeles viejos" que supera con creces los quinientos años. Señor, quinientos años de gentes rezándote por las calles de Fuentes. Foto de Pepi Romero Cantalejo, año 2015.
Te vi clavado en una cruz. De tu costado chorreaba sangre. Era la sangre redentora y la sangre que acumula la historia de tu Cofradía. Dicen "los papeles viejos" que supera con creces los quinientos años. Señor, quinientos años de gentes rezándote por las calles de Fuentes. Foto de Pepi Romero Cantalejo, año 2015.
Jueves Santo en Fuentes. Al atardecer vienen cuatro faroles lejanos ahítos de luces que suben por la calle Mayor: de lejos es un haz luminoso que rompe la noche; de cerca, ¡ay, Señor, de cerca! Ya sabes, Señor, que lo sabes todo, Señor en perdón y en misericordia, porque Tú lo sabes todo. FOTO DE NATI PEREZ ESCOBAR, AÑO 2014.
El cielo se asomó entre las nubes a ver el "Pilar del Matadero"...
Era el mayor pilar, que había en su tiempo en Fuentes, el que había al final de la calle Mayor era más pequeño y al final de sus días estaba empantanado y no se podía hacer uso de él.
Como se puede apreciar en la fotografía, "el pilar del matadero", tenía tres cuerpos. Las tres se ven claramente por la blancura de su separación: El primero que recibía el agua, por cascada el agua caía a un intermedio, y también por cascada le llegaba el agua al último.
El agua no faltaba todo el año, según se ha dicho siempre, el agua venía de un manantial que hay debajo de la iglesia parroquial.
El primer pilar era el que estaba más alto con relación al suelo y también era el más profundo, en él bebían los mulos. En el pilar de en medio era el más estrecho y lo utilizaban las vecinas para lavar trapos, vestidos, etc., en definitiva en aquellos años 60 no había muchas lavadoras. El último tramo era el menos profundo y el más bajo respecto al suelo, circunstancias que las cabras saltaban a su borde y bebían.
La calle donde están las cocheras es Ruedo Alameda, y en la fotografía hay cuatro puertas de cocheras: la de más a la izquierda, se ve perfectamente la torre del molino de aceite, donde vivía el maestro D. Sebastián Molina (a mediados de los años 60 hubo un colegio), la siguiente se le decía la cochera del “lavadero” , la tercera era de la familia León que vivían en la Carrera y la última era el corralón de don José León “Candileta” en el cual tenía una “piara” de cabra. (Estás dos últimas ahora son talleres).
Era el mayor pilar, que había en su tiempo en Fuentes, el que había al final de la calle Mayor era más pequeño y al final de sus días estaba empantanado y no se podía hacer uso de él.
Como se puede apreciar en la fotografía, "el pilar del matadero", tenía tres cuerpos. Las tres se ven claramente por la blancura de su separación: El primero que recibía el agua, por cascada el agua caía a un intermedio, y también por cascada le llegaba el agua al último.
El agua no faltaba todo el año, según se ha dicho siempre, el agua venía de un manantial que hay debajo de la iglesia parroquial.
El primer pilar era el que estaba más alto con relación al suelo y también era el más profundo, en él bebían los mulos. En el pilar de en medio era el más estrecho y lo utilizaban las vecinas para lavar trapos, vestidos, etc., en definitiva en aquellos años 60 no había muchas lavadoras. El último tramo era el menos profundo y el más bajo respecto al suelo, circunstancias que las cabras saltaban a su borde y bebían.
La calle donde están las cocheras es Ruedo Alameda, y en la fotografía hay cuatro puertas de cocheras: la de más a la izquierda, se ve perfectamente la torre del molino de aceite, donde vivía el maestro D. Sebastián Molina (a mediados de los años 60 hubo un colegio), la siguiente se le decía la cochera del “lavadero” , la tercera era de la familia León que vivían en la Carrera y la última era el corralón de don José León “Candileta” en el cual tenía una “piara” de cabra. (Estás dos últimas ahora son talleres).
Por último, el tejado más elevado es el de la iglesia de las monjas.
Cuentan que aquella media rehoya no era natural, sino fruto de la mano del hombre. El terreno no guardaba relación con los alrededores. Los que lo habían conocido hace años lo saben. Dicen que pudo ser un anfiteatro en la antigüedad.
FOTO DEL AÑO 1965
Al "Paseíto de L´Arena" se suele entra por la calle Mayor, conforme se sube, a la izquierda, antes de llegar a la curva desde donde se da vistas a "La Alameda".
Puedes entrar también, por la calle Alameda. Está al fondo del paseo, y en el otro extremo, asomada casi con timidez como quien no quiere que la vean y gusta de estar oculta, esta la calle Revuelta. Las dos son calles con historia...
Puedes entrar también, por la calle Alameda. Está al fondo del paseo, y en el otro extremo, asomada casi con timidez como quien no quiere que la vean y gusta de estar oculta, esta la calle Revuelta. Las dos son calles con historia...
Foto de Fernando Milla González.
Billete de 50 pesetas de la Republica, con fecha de 25 de abril de 1931. En el anverso esta la cabeza del pintor costumbrista Eduardo Rosales Gallinas, en el reverso un cuadro suyo cuyo título es " La muerte de Lucrecia", pintado en el año 1871. Se fabricaron 10 millones de billetes. Sin serie. Tamaño 122 x 78 mm. Impreso en calcografía y litografía por Bradbury Wilkinson and Company. Marca al agua: cabeza de mujer.
En este billete se equipara el acontecimiento, que supuso el tránsito de la Monarquía a la República en la antigua Roma, con lo ocurrido en España el 14 de abril de 1931.
En este billete se equipara el acontecimiento, que supuso el tránsito de la Monarquía a la República en la antigua Roma, con lo ocurrido en España el 14 de abril de 1931.
En "La Fuentes de la Reina" se mojaba sus cabellos, saludando a gañanes, a porqueros y cabreros él nunca llevó sombrero. Una gorra de visera que un día le dieron. Amaba la Libertad no fue amante del dinero. El fue vecino de Fuentes y por loco lo tuvieron.
Texto de Francisco Caro Caro y Fotos de Charo.
La flor y el olor, el tiempo y el silencio, los sonidos y la luz. Él está como está porque sabe que todo eso que preparan para él, no es sino lo que mejor saben hacer: echarse a la calle, sonando a su mensaje, viéndose él en lo que el ha creado.
Es que todo lo de Fuentes es bonito, hasta los lunares del albero del Postigo en la feria.
Esta foto es como un tarro lleno de vitaminas para la mente, como una inyección de vitalidad, es el confort que acuna un pensamiento.
Un paseo de nubes, con sabor a invierno es lo que nos ha brindado Nati Pérez Escobar en su "El Mirador de Nati", y "pa" rematar la fotografía, la belleza de la imagen de la torre del convento de San José....
Un Fuentes es el que veo, el que ando todos los días, el que vivo cada amanecer, el que siento cada segundo, el que admiro cada instante, el que me duele o me disgusta, el que busco, el que sueño, el que añoro cuando estoy lejos o me emociona cuando vuelvo a él, y otro, el mismo pero distinto, es el Fuentes que me enseñan quienes vinieron a verlo y se quedaron prendados con el pueblo.
Me gusta el Fuentes que me descubren amigos y conocidos que vienen de fuera, que pasan por aquí un día o una semana. Me encanta porque no es la pasión del vecino fontaniego la que habla, sino la admiración; no es la ceguera de los ojos del enamorado diario de nuestro Fuentes, sino el asombro de otros ojos el que nos lo retrata, nos lo pinta a trazos en el lienzo de la emoción inevitable.
Descubrimos otro Fuentes en otros ojos, en otra voz. Y al descubrirlo, lo que ya lo queríamos se hace distinto. Y a veces, mejor.
Todos estamos enamorados de Fuentes, donde nacimos y donde vivimos, pero nos gusta que las personas que vienen de fuera nos lo digan porque son imparciales. CALLE LORA DEL RÍO AÑO, 1968,
Me gusta el Fuentes que me descubren amigos y conocidos que vienen de fuera, que pasan por aquí un día o una semana. Me encanta porque no es la pasión del vecino fontaniego la que habla, sino la admiración; no es la ceguera de los ojos del enamorado diario de nuestro Fuentes, sino el asombro de otros ojos el que nos lo retrata, nos lo pinta a trazos en el lienzo de la emoción inevitable.
Descubrimos otro Fuentes en otros ojos, en otra voz. Y al descubrirlo, lo que ya lo queríamos se hace distinto. Y a veces, mejor.
Todos estamos enamorados de Fuentes, donde nacimos y donde vivimos, pero nos gusta que las personas que vienen de fuera nos lo digan porque son imparciales. CALLE LORA DEL RÍO AÑO, 1968,
Dios dijo: “Hágase la luz” y la luz se hizo y según el Génesis la llamó día, y a las sombras que son muy oscuras las llamó noche. Y el día tenía luz, y la noche no. Y como vio que todo estaba así como muy raro fue y roció las nubes por el cielo.
Y dijo: unas serán blancas, como es blanca la sonrisa de los niños; otras tendrán forma de lana de corderitos; otras serán algodonosas como bolas gigantes de azúcar y otras vendrán cargadas de agua.
Y los humanos que tenemos tan mala memoria, que la mañana del 6 de enero Nati Pérez Escobar, se echo la máquina de fotos y salió al campo, para sacar esta bonita instantánea…
Fuentes de Andalucía se acuna como una pincelada blanca a los pies de "Los Cerros de San Pedro". Fuentes es una gota de rocío que se abre al sol de la mañana; un suspiro que se queda entre la tierra y el cielo y quiere subir y no quiere irse, como esos deseos que empujan un poco más allá pero de los que no queremos desprendernos.
La foto es de mi amiga Charo.
Una cortina suave de nubes, mitad bruma, mitad evaporación, corona el pueblo de Fuentes de Andalucía. Se asoma a la llanura. Siempre se llamó "La llanura sevillana", ahora los geógrafos le han cambiado el nombre. Se llama "La Campiña de Sevilla". ¿Qué más da?
Foto de Juan Sebastián Martínez Lora. No es un montaje, la foto esta tomada por encima de las nubes.
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